Queratopigmentación: la técnica médica para cambiar el color de los ojos
Popularizada en las redes sociales y debatida en los medios de comunicación, la queratopigmentación representa una evolución reciente en el campo de la cirugía ocular. Desarrollada inicialmente para indicaciones terapéuticas, esta técnica se utiliza hoy con fines estéticos: permite modificar el color aparente del iris, sin implante ni apertura intraocular.
Tener los ojos azules, verdes o avellana ya no es un sueño. Además, la intervención es muy rápida e indolora. Sin embargo, requiere la profesionalidad de oftalmólogos reconocidos.
¿Cuáles son los principios de la queratopigmentación?
La queratopigmentación, o tatuaje corneal, consiste en insertar pigmentos minerales u orgánicos en las capas superficiales de la córnea. Tiene su origen en la antigua práctica del tatuaje corneal utilizado para enmascarar leucomas o restaurar un aspecto estético tras una opacificación de la córnea.
El láser de femtosegundo permite ahora crear un túnel intracorneal de profundidad y diámetro constantes, en el que el cirujano oftalmólogo inyecta los pigmentos. Esta precisión reduce el riesgo de difusión irregular y mejora la estabilidad del color en el tiempo.
Del fin médico al uso estético para cambiar el color de los ojos
Históricamente, la queratopigmentación tenía como objetivo corregir o disimular anomalías corneales:
- Leucomas cicatriciales postraumáticos o postinfecciosos
- Aniridias parciales
- Discromías corneales
- Fotofobia relacionada con una pupila atónica
El uso estético se ha desarrollado más recientemente, impulsado por la demanda de personas que desean modificar el color aparente de sus ojos, la mayoría de las veces para aclararlos.
A diferencia de los implantes intraoculares de color, que requieren una incisión en la cámara anterior y exponen a complicaciones graves (glaucoma, descompensación endotelial, inflamación), la queratopigmentación permanece extraocular: es decir, no penetra en el globo ocular y preserva las estructuras internas.
¿Cómo se desarrolla la intervención?
La intervención se realiza bajo anestesia tópica, mediante colirio anestésico.
Tras localizar la zona a «colorear», el cirujano utiliza un láser de femtosegundo para crear un plano circular en la córnea, a unos 250 micras de profundidad. Una microincisión lateral permite luego la inyección homogénea del pigmento mediante un microcatéter.
La elección del tono depende del resultado deseado: azul, verde, gris o miel, con posibilidad de degradados para un acabado más natural. Los pigmentos utilizados son biocompatibles, estériles y especialmente formulados para uso oftalmológico.
La duración de la intervención es de entre 20 y 40 minutos para ambos ojos. Una vez inyectado el pigmento, no es necesaria ninguna sutura: la cicatrización corneal se produce espontáneamente en pocos días. Y, sobre todo, el resultado en el color de los ojos es inmediato.
¿Hay seguimiento postoperatorio?
El oftalmólogo prescribe un tratamiento local antiinflamatorio y antibiótico para las primeras semanas. Un control permite también verificar la correcta integración del pigmento de color y la ausencia de reacción corneal.
Los pigmentos permanecen estables en el tiempo. En caso de evolución del color, es posible un ajuste mediante un retoque parcial. En algunos casos, la queratopigmentación puede ser parcialmente reversible: una parte del pigmento puede retirarse con láser o diluirse mediante una nueva intervención.
¿Cuáles son los límites de la queratopigmentación?
En el plano estético, la queratopigmentación está dirigida a personas sanas, sin patología corneal, sin sequedad severa ni antecedentes de cirugía intraocular reciente. Pero, como en toda intervención ocular, es indispensable un balance completo, con:
- Topografía corneal
- Paquimetría
- Examen endotelial
- Medición de la presión intraocular
En el plano médico, también mantiene toda su pertinencia en los casos de reconstrucción visual o cosmética tras una lesión. En este contexto, la modificación del color del ojo permite atenuar una asimetría estética o mejorar el confort visual limitando la difusión luminosa.
En cambio, esta cirugía no tiene efecto sobre la visión ni sobre la transparencia del cristalino o de la retina, actúa únicamente sobre el aspecto cromático de la córnea.
Comparación con otros métodos de cambio de color de ojos
Se han explorado varias técnicas para modificar el color de los ojos:
- Las lentes de contacto de color, no invasivas, son una solución temporal, reversible y sin cirugía. Su inconveniente sigue siendo la tolerancia a largo plazo, especialmente en caso de uso prolongado.
- Los implantes de iris artificiales, introducidos por vía intraocular, suscitaron interés mediático, pero hoy están fuertemente desaconsejados/contraindicados por razones de seguridad. Se han reportado numerosas complicaciones.
- El láser despigmentante del iris, que busca aclarar el color natural del iris destruyendo la melanina, es aún experimental y no se recomienda, ya que puede inducir inflamación o un aumento de la presión intraocular.
La queratopigmentación aparece hoy, por tanto, como una alternativa más segura, ya que se limita a la córnea y no altera las estructuras internas del ojo.
Los aspectos éticos y regulatorios del cambio de color de ojos
La queratopigmentación estética plantea cuestiones éticas propias de las intervenciones puramente cosmetológicas en un órgano tan esencial como el ojo.
En Francia, debe ser practicada en un marco médico estricto, por un cirujano oftalmólogo experimentado. Este debe proporcionar información clara a los pacientes y una trazabilidad completa de los productos utilizados.
Además, el uso de pigmentos homologados para uso oftálmico es obligatorio. Todo pigmento destinado al tatuaje cutáneo o a otros usos está proscrito.
¿Qué esperar de la queratopigmentación en los próximos años?
La evolución de los materiales y las técnicas abre nuevas perspectivas.
Algunos laboratorios trabajan en pigmentos fotoestables que podrán restituir matices más finos o efectos translúcidos cercanos al iris natural. Otros desarrollan dispositivos que permiten un control aún más preciso de la difusión pigmentaria, para un resultado más homogéneo.
Conclusión
La queratopigmentación se impone como una técnica quirúrgica innovadora en la modificación del color de los ojos.
Surgida de prácticas médicas probadas y ahora adaptada a la demanda estética, permite una alternativa extraocular a los implantes muy denostados/ahora contraindicados y a los láseres despigmentantes.
Para cambiar el color de sus ojos de manera permanente, es importante acudir a un consultorio oftalmológico especializado. Esto es lo que ofrece el Institut Voltaire con su técnica de queratopigmentación.


